domingo, 22 de noviembre de 2009

Las cosas importantes

domingo, 22 de noviembre de 2009
El otro día medio vi, que es como se ve la mayoría de las cosas en la televisión, un anuncio inédito de la campaña "Vamos a poner el acento" en el que el protagonista es mi adorado Eduard Punset (no será la última vez que hable de él), presentador de Redes. El anuncio es el siguiente:

Ponemos el acento en la divulgación





Sobre todo sentí una especial melancolía cuando dice: "Y seamos honestos, estás más cerca hoy de la ciencia porque está la televisión pública. Porque nadie más apostaría por ella". Cualquier que me conozca sabe que en este tema no soy imparcial, pero lo que quiero cuestionar va más allá de las ciencias duras y alcanza a todos los espacios divulgativos.

Lo que se dice. Es que las televisiones no tienen por qué poner programas sin audiencia, en referencia a las privadas sobre todo (1); tengo un primo bioquímico que trabaja en el CSIC (por decir algo) y dice que Redes (por decir uno) no es tan riguroso como la gente cree (2); es que esos temas tan sesudos no interesan a la persona de la calle, al que le interese que se lea un libro (3).

Lo que yo digo. 'Pimko' primero(1): Las televisiones privadas explotan el espacio radioeléctrico haciendo uso de la emisión por ondas hertzianas, actividad que por ley se reserva para un servicio público esencial precisamente por su potencial (más en el pasado) para formar a la sociedad y, diría más, para construir sociedad. Así que cuando se ofrecen concesiones de explotación, el Gobierno de turno podría perfectamente por definción obligar a una programación, parcialmente, de calidad. Por no hablar de que tanto en la televisión como en el resto de medios, todos esperamos un compromiso ético por parte de los elaboradores y programadores de contenidos.
'Pimko' segundo(2): Precisamente ésa es la labor del periodista o el guionista de un programa de divulgación en un canal no especializado, hacer los conocimientos accesibles a la mayoría de la población. Se me ocurren pocas actividades más nobles que hacer cercano para la práctica totalidad de la sociedad los asuntos que investigan los principales cerebros del panorama internacional. Eso en cuanto al rigor de profundidad; en cuanto al rigor de certeza, la historia ha demostrado que los adelantos científico nunca son 100% ciertos, de serlo el CSIC impediría que las crisis económicas nos pillaran con los pantalones bajados.
'Pimko' tercero(3): Está relacionado con lo anterior, pero aparte añadiría la siguiente opinión personal. Los seres humanos rápidamente se amoldan a no pensar, pero también a entender y manejar conceptos más complejos y abstractos. La condescendencia necesaria de la que hablaba en el punto anterior nunca es total, pero el espectador optimista puede ver en ello una ausencia de insulto a su intelecto. Me pregunto cuánta gente accedería más a estos programas si tuvieran en cuenta que los avances científicos y la divulgación artística y cultural definen lo que somos como seres y como sociedad. Las cosas que de verdad importan, lo estructural, lo que queda.

Añado un capítulo reciente de Redes que explica que no perdemos la capacidad de aprender ni de cambiar nunca. Que el cerebro es dinámico hasta que muere. Un esperanzador ejemplo de algo que podría llevar a que algún día se respete más a estos espacios y un ejemplopráctico de esas cosas que deberíamos saber desde pequeños, la ausencia de límites intelectuales en cuanto que personas.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Yo no puedo pensar en otra cosa.
María

QCompson dijo...

Gracias por visitarnos y por tu comentario María. No sé si lo dirás de broma, pero aunque fuera a modo de sarcasmo no está de más leer un pensamiento que coincide con el propio.

Un saludo,,

Anónimo dijo...

Es una pena que programas interesantes o de una mínima intención cultural se retransmnitan a altas horas de la madrugada.

Luego dirán que no se televisa programación inteligente. Eso es porque a la gran mayoría no le interesa.

Es inhumano para alguien tener que quedarse dee madrugada a ver series o peliculas de autor, más interesatnes y curiosas que el resto porque al resto de mortales no interesan.

Al menos estas cadenas públicas adjuntan algún material de calidad, de aprendizaje. A diferencia de las privadas que obvian deliberadamente estos programas en pos de otros de mayor audiencia y propiciando la imbecilización (existirá esta palabra?¿) paulatina de la población, que como bien has descrito, se amoldan al no pensar.

Cuanta razón tenía Orwell al describir la futura sociedad.

Lo dicho, enhorabuena por el blog. Por mi parte y la de mi compañero (seguro que en cuanto os lea leva a encantar), teneís unos nuevos files seguidores.

Saludos Buhonianos.

Tomás ILiescu desde la Guarida.

QCompson dijo...

De nuevo muy agradecido por tu comentario hombre-búho. Eso eso háblale de nosotros a tu compañero, que se corra la voz.

Lo más grave de lo que me expones, es que no tenemos una televisión mejor porque los gobiernos no quieren, puesto que por definición podrían obligar. De todos modos tengo la sensación (tengo una corazonada) de que no va a durar mucho la definición de la televisión hertziana como servicio público esencial.

 
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