domingo, 14 de febrero de 2010

Amar el cine, español

domingo, 14 de febrero de 2010
Hoy es el día señalado por muchos de nuestros cineastas, estamos en la noche de los premios Goya. Aunque no soy muy amigo de estatuillas o festivales, es cierto que de tanto en tanto estas galas sirven para relanzar o dar a conocer productos que hasta el momento no habían sido exprimidos lo suficiente, en función de su calidad. Yo lo único que os traigo es una relación de películas españolas que recomiendo, posiblemente no son las quince estrictamente mejores entre otras razones porque no he querido repetir director y porque me he cortado con el género documental, muy de moda (merecida) en los últimos tiempos.

Los amigos de los Oscars echarán en falta a Trueba o Garci, los 'palomiteros' a Amenábar, los eternos adolescentes a Médem, los más teóricos a Guerín y los más alternativos a Zulueta; éstos entre muchos otros esperan que destaquéis alguna película suya en los comentarios. Allá voy con la mía, el orden no es casual:

1- Viridiana (1961), Luis Buñuel. Destacar una película del director aragonés es poco menos que un crimen (sobre todo considerando la importancia de Un Perro Andaluz). Seleccionar ésta en particular responde a su importancia por la vuelta de Buñuel a la España franquista y por la truculenta historia que tiene la cinta entre el Festival de Cannes y la quema de la censura. Para el recuerdo la escena que adjunto o el final, que creo que nunca sabré si fue una copia del de El Apartamento (1960), B. Wilder.


2- Calle Mayor (1956), J. A. Bardem. Cimentada en un guión perfecto que trata sobre la naturaleza humana, sin grandes pretensiones se construye esta película por la que jamás pasarán los años. Un clinic de sencillez cinematográfica y un tratado de ética humanista.


3- El Espíritu de la Colmena (1973), Víctor Erice. Explorar el recuerdo, el detalle, la sensación, el sueño, la intención... El minimalismo de la acción al servicio de la grandeza fílmica. A ello hay que sumar que en cuestión de factura (La Mancha palpita), Erice es el rey de la colina.


4- Plácido (1961), L. García Berlanga. Como sucede con Buñuel, la discriminación de algunas de sus obras más populares, sencillamente duele. He seleccionado ésta, no por diferenciarme, sino porque tiene la cualidad de ser el verdadero y único cuento de navidad español. Así era nuestro neorrealismo (con retraso), es que somos unos cachondos.


5- ¿Qué Hecho Yo Para Merecer Esto? (1984), Pedro Almodóvar. Y el surrealismo renació (en su modalidad más callejera), pero eso sí: ochentero a muerte. Para mí el ejemplo perfecto de lo que es Almodóvar y su cine, tras unas películas de maduración le salió esta auténtica maravilla. Y de lo de después... Bueno hay grandes momentos y grandes películas (alguna) pero siempre con un ojo puesto en Hollywood y el otro en demostrar que es un cinéfilo.


6- El Desencanto (1976), Jaime Chávarri. Diciendo que es el único documental que he escogido no digo 'na' y lo digo 'to'. Precisamente el que no haya palabras para definirlo es la mejor carta de presentación; si acaso con un poco de Tolstoi: «Las familias felices son todas iguales; las familias infelices lo son cada una a su manera», Ana Karenina.


7- La Buena Estrella (1997), Ricardo Franco. Es, de toda la lista, la que he seleccionado de manera más emocional; se trata de un drama que me puede. Quizás me influyó demasiado la historia de su director (muerto al poco tiempo, dirigió la película medio ciego acercando cada vez más los planos), pero antes de conocerla ya me había hecho llorar.


8- La Caza (1965), Carlos Saura. Envidias en campo abierto con escopetas de caza, ¿verdad que hay recetas que nunca pueden fallar?


9- El Cebo (1958), Ladislao Vajda. Si hablamos de thriller psicológico, de intriga, de morderse las uñas, de La Noche Del Cazador y de M, el Vampiro de Düsseldorf no podemos obviar esta joya.


10- El Extraño Viaje (1964), F. Fernán Gómez. Aparte de ser un sensacional actor, Fernán Gómez nos legó una serie de cintas exquisitas. Ésta es un ejemplo, con un toque freak (literalmente).


11- La Comunidad (2000), Álex de la Iglesia. Hablando de freaks, es la persona que más sabe de cine de este país, por lo menos a la hora de ponerlo en práctica, y por eso lo recuerdo aquí. La película, para mí la más completa de su filmografía, sencillamente hilarante.


12- Amanece que no es poco (1988), J. L. Cuerda. Si la anterior era hilarante, la obra de Cuerda es desternillante. Cuando piensas que no se puede ir más allá en el humor de lo absurdo ahí está este guion que no renuncia en ningún momento al estandarte de la inteligencia y si no que le pregunten a Faulkner.


13- La Torre de los Siete Jorobados (1944), Edgar Neville. Acercarse al cine de terror de hace setenta años no es fácil, pues es complicado para nuestra generación impresionarse con ciertas imágenes o maravillarse con determinados efectos. Dentro de su contexto, es una gran obra de la ingeniería de la mejor imaginación.


14- La Horas Del Día (2003), Jaime Rosales. Obra poco conocida del recientemente 'goyizado' Rosales por La Soledad. En mi opinión es Las Horas del Día una película muy superior en forma y fondo, quizás más sencilla, pero sin duda muy beneficiosamente sorprendente. ¿'Hanekizada'?


15- El Nido (1980), Jaime de Armiñán. Película de interpretaciones y de esperanzas en un mundo donde las líneas no estén tan marcadas. Canto a la libertad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mil gracias por esta joya de lista. Ya me las he apuntao todas. Felicidades por el blog! Pilar.

QCompson dijo...

Hola Pilar, gracias por tu comentario y por la felicitación.

No dejes de ver las que te falten de la lista, dudo que te defrauden. En cualquier caso serán bienvenidas las tuyas.

Un saludo.

 
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