REYES MAGOS PARA TODOS

Ha sido hoy, 21 de Diciembre del 2009, cuando el PP ha hecho pública la medida que regulará qué "regalos" sí podrán recibir sus cargos. Con ella se supone que quedarán fuera de la lista aquellos que "no respondan, por su importe o causa, a los usos y costumbres sociales". Un margen bastante poco delimitado.

Ana Mato, vicesecretaria de Organización de los populares, ha afirmado rotundamente al respecto que "todo el mundo es consciente" de qué regalos ha de aceptar, por ejemplo, en Navidad... ¿De verdad la conciencia no puede flaquear ante suculentos sobornos?, se podría justificar como si fuese una especie de enagenación transitoria.

Pobres políticos, en tela de juicio porque les obsequian con relojes, con viajes, con caras carteras de piel…, negocian mientras almuerzan en carísimos restaurantes, reparten entre sus miembros y miembras un ordenador por cabeza, o una televisión de plasma, por supuesto, todo a cargo del presupuesto público por su distinguida situación social. Y lo peor de todo es que les parece normal, pero no lo es.

Escándalos al descubierto de prolongación pasmosa, fraudes y desfalcos que
ruborizan hasta al más desvergonzado ciudadano, corruptas gestiones que sólo tienen como fin engordar las arcas particulares de sus maravillosas mansiones. Maleantes con poder de función públicamente mandataria que, con frecuencia, sacan a pasear su escasa formación reglada y guardan bajo llave las más innobles intenciones.

Presuntos delitos de cohecho, tráfico de influencias, estafa fiscal, asociación ilícita, blanqueo de capitales y falsedad…; y todavía nos escandalizamos cuando pensamos en la posibilidad de que el presidente de una Comunidad haya estado pagando sus extraordinarios trajecitos con el mismo dinero que exige a sus convecinos en pro de resarcir los necesarios gastos públicos. Desgraciados trabajadores de ocupación corriente que no han tenido la fortuna de liderar alguno de los 8.111 ayuntamientos que copan nuestro país, tan necesarios y eficaces todos, siempre proporcionando a los ciudadanos los servicios públicos en cantidad y calidad suficientes, como obligación de cualquier administración pública.

Delitos de ediles a un lado, los ayuntamientos de éste país nuestro se han dejado querer por los constructores de turno antes de que la crisis del ladrillo nos hiciera “tanta pupa”, garantizando con sus ilegales concesiones los golosos ingresos extra que no les da el Estado. Y Ahora, que sus ingresos flaquean y que están comprometidos a unos gastos más que extraordinarios, les toca reclamar partidas presupuestarias exigiendo la contribución general hasta del residente más asfixiado.

Cuando la sobrevalorada “cultura del ladrillo” nos ha dejado más que en la estacada, nos encontramos con que analistas financieros internacionales pronostican que el próximo enero podrá mandar al paro a 250.000 personas más. Y para menor alivio nuestro gobierno adopta medidas desalentadoras como una subida del IVA del 16% al 18%, pasando también del IVA reducido del 7% al 8%, a partir del 2010. Por otro lado también se eliminará la ayuda de 400 euros para los asalariados y en cuanto a las rentas de capital, el tipo impositivo pasará del 18% al 19% para los primeros 6.000 euros y del 21% por encima de esa cifra.

Volviendo a quienes trabajan por nosotros, como bien reflejan las medidas apuntadas anteriormente, también están aquellos trabajadores eventuales que en su mayoría han sido colocados “dedocráticamente” y colaboran dando el visto bueno a los proyectos de quien les da de comer.


Por último, cabe mencionar que en el último informe de Transparencia Internacional España ocupa el puesto 28 del índice de percepción de la corrupción en todo el mundo, igualada con Qatar y San Vicente. Este último informe, que corresponde a datos de 2008, indica que “España no ha ratificado todavía los convenios civiles y penales sobre la corrupción del Consejo de Europa”. Y afirma con contundencia: “Pese a los innumerables escándalos de corrupción a nivel local que se han descubierto en los últimos años, la corrupción no parece haberse convertido en un tema de agenda pública”.

Mientras algunos jueces y cuerpos policiales del Estado han destapado escándalos de grandes proporciones, el poder político ha seguido y seguirá mirando hacia otro lado. Desde aquí, a tan pequeña escala, ruego hagan un examen de conciencia y mejoren sus propósitos para el nuevo año.